En primer lugar decir que esta entrada
y el comentario sobre este libro quiero que sean un pequeño homenaje a Juan
García Nieto, una persona que, en su día, fue de las que contribuyo a ser quien
soy, sindical y políticamente hablando. Lo conocí a finales de los años 60
cuando un día mis padres le invitaron a comer a casa pues estaban preocupados
con mi hermano mayor, ya que estaba empezando a organizarse clandestinamente en
los grupos de izquierda. Lo que no sabían es que era Juan quien hablaba a estos
grupos de la falta de libertades y de
las injusticias y de la necesidad de luchar contra las mismas. Más tarde, cuando
yo trabajaba ya en Siemens en el taller de aprendices (formación dual) y empecé
a organizarme junto a otros jóvenes compañeros a principios de los años
70, Juan nos ayudaba a formarnos en los
seminarios que se hacían en ESADE y a entender los pequeños manuales de Marta
Harnecker sobre Los conceptos elementales del materialismo
histórico. Eran
tiempos de dictadura y Juan sabia sembrar y regar en la conciencia de un buen
número de jóvenes. Ahora, cuando hace 25 años que falleció al pie del cañón, en
su iglesia del Pilar de Sant Ildefonso, me ha parecido oportuno comentar una
pequeña muestra de su legado y que la utopía, como esperanza de un mundo mejor
y una sociedad más justa y solidaria,
hay que perseguirla, hay que conquistarla.
Pero vayamos al libro, que fue
publicado en el año 1975 y pertenecía a una colección denominada “primero de
mayo” de la editorial Laia, que él mismo junto a un reducido grupo puso en
marcha.
Dicha colección no era otra cosa que
el intento de ayudar al debate de comprender las relaciones laborales y como
eran entendidas por el sindicalismo español de la época, donde la concentración
en “la fábrica” de miles de personas trabajadoras que habían emigrado del campo
ayudaron a crear conciencia y organizaciones obreras que ayudasen a mejorar la
vida del día a día.
“Tiempos modernos…” (libro disponible
en la biblioteca
del Archivo Histórico de CCOO de Catalunya)
nos hace una pequeña introducción del tránsito de la sociedad feudal a la
sociedad burguesa y los inicios de la revolución industrial, de cómo durante
muchos siglos el trabajo había sido
considerado como algo indigno y que quienes lo desarrollaban eran personas que
no eran libres, es decir, esclavas. Las primeras personas libres que trabajaron
se agruparon en gremios y junto a comerciantes fueron constituyendo una nueva
clase, la burguesía, que quería acumular capital pero sin perder los
privilegios de los señores feudales.
Juan García Nieto nos habla de los
desarrollos científicos y de la dirección científica del trabajo, del
taylorismo, pero de como estos siempre han estado bajo el control y dominio de
esa nueva clase emergente. Todo ello también comportó la aparición de una nueva
clase social, que no es otra que el proletariado. En definitiva, Juan en su
libro de manera muy esquemática y sencilla (como era él) y en unas pocas
páginas nos explica la aparición de esos dos grupos sociales, la burguesía y el
proletariado, la aparición de las fábricas y la organización y división
científica del mundo del trabajo.
Era y sigue siendo necesario la
comprensión de estos elementos, que para algunos pueden parecer anacrónicos, pues
sino no se entienden los inicios de como los trabajadores se organizan, primero
de forma muy primitiva para posteriormente hacerlo de forma más estable. Juan
nos dedica un interesante capítulo sobre la
importancia del papel de la OIT en el desarrollo de la libertad sindical y de un
instrumento tan esencial en la acción sindical como es la negociación
colectiva.
Y como no, también dedica un capítulo
al conflicto obrero, sus orígenes y las causas económicas del mismo, de la
huelga como forma de expresión del conflicto, pero también nos deja algunos
apuntes de cómo solucionar los conflictos.
Volver a releer “Tiempos modernos…”
también nos deja algunos sinsabores, cuando habla del trabajo en la empresa
socialista y nos pone como ejemplo los inicios de la industrialización en
China, y como teníamos idealizado el maoísmo. De todo se aprende, pero sobre
todo a no dejar de ser utópicos, a no pensar que las nuevas formas de
organización del trabajo no tienen solución y que nos condenan a un futuro
menos humanizado y menos solidario. Por eso me quedo y concluyo con esta frase
de Juan:
“Jo estic convençut que les lluites de fa cent anys del
món obrer, les lluites de fa cinquenta
anys de tants homes i dones, no
haurien estat possibles sense una opció utòpica”.
.- Perfil biográfico de
Juan García Nieto que está publicado en la web de la Fundación Utopía:
Salud y buena lectura
Jesús Martínez Ortiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario